martes, 9 de diciembre de 2008

El dia de la Explosion

Espere aquel día como sifilítico a la muerte, como el desgraciado espera su muerte, como el presidente la muerte de todos, esperé, paciente a ratos; a ratos no, ansioso a ratos; a ratos más, esperé, esperé y esperé más, crecí con la espera sentada en el sofá mas prominente de mi mente, espere sin rabiar y con rabia espere el día en que la explosión hiciese sucumbir hasta el mas recóndito rincón de mi ser, mi cer ebro estalle, y se fragmente en mil pedazos que para suerte de muchos no salpique su endiablada alma, espere el día del big bang y llego a mi como un sueño, un sueño llego a ni como una bala, una bala como explosión: sentencia que me mataba, aquel día el mismo día de la explosión, sus palabras masacraban mi conciente pensar de ese lapso, !maldita¡ por momentos lograba abstraerme de uno de los mas deliciosos y orgásmicos momentos de mi vida, el puto concierto de Guardarraya.




Espera larga, aburrida, corta y divertida, todo lo que el lector quiera imaginar es valido (si alguien puede perder un poco de tiempo !esto es perfecto¡), lo que no es valido es pensar que la espera fuese en vano, no lo fue, muchas almas dormían en el teatro, pero la mía y sus secuases, los demonios y los ángeles que me acompañan siempre: mis pensamientos; estábamos en el mas frenético movimiento trasgresor, las palabras son muy simples para explicar la sensación de copular, así como simples son estas frases que no representan en nada el climax de la noche; tener ante mis ventanas, los elementos musicales que cobraron vida en mis fantasías y salieron de ellas para tocar muy emotivamente, en el puto Teatro Sucre.

Talvez fueron cinco años de espera, no se cuanto, talvez no debi esperar y debi coger un bus y largarme a UIO, a buscar mi dosis hace latir mi corazon de hierro, ¡mierda! soy un mediocre, siempre lo he sido, lo soy ¿lo sere?, talvez fue un dia que no tiene mucha fuerza ni mucho valor en sociedad, mas si para los entes de mis ilusiones que tocaban frente a mi frente y al frente de mis hermanos, el dia anterior a las fiestas de Quito, el puto 5 de Diciembre

Ayayay, gritaba Muchachon, como si le estuviesen extirpando de entre las piernas su miembro viril, jaja, pienso que no solo yo me imagine eso, el día de la explosión, pero no era por una escena sangrienta de mutilación despiadada, que aquella alma en pena gritaba a rabiar ese termino tan ecuatoriano, pedía mas, pedía una canción. Le dieron el gusto y de paso a mi, el gusto, el placer, la dicha, lo que el lector quiera imaginar es valido, lo que no es valido es pensar que el tiempo transcurrido en el momento mismo de la explosión fuese corto o fuese largo, fue el indicado. El momento indicado a la hora oportuna, el puto reloj a las 20H00

Y lo mejor de todo, para mi agarradisimo codo y miserablisimo bolsillo, la puta Entrada Libre


1 comentario:

Anónimo dijo...

tarozo alebolozo!>..... whats going on brow!.... un , dos, tres.....cincuentipalo!