La Mata De Frio Asesino

LOS BUENOS A UN LADO Y LOS MALOS….?

Entren acerquence al caos expuesto a continuación los buenos pueden sentirse comodos a este lado donde inunda una gran cantidad de colores burdos y disfraces elegantes destilando una peste de ilusiones y engaños, aki entraran millones y millones de olores putrefactos a los que llamaremos perfumes, los buenos trabajaran en lo mas alto de este lado y miraran con desden a los malos, aki en lo alto todo sera con marcas de sangre extrañas que se a han inventado solo para la llegada de los buenos, que bien sínicos han traido consigo la sangre de los pollos en sus venas, a esos los mandaremos al otro lado los despreciaremos y les hecharemos toda la mierda de nuestro sitio en sus rostros y diremos que el edor segregado hipócritamente por nosotros ha sido causa de su existencia, vamos entremos antes de que éstos vengan por aka reclamando lo que supuestamente les pertenece y si se ponen rebeldes inventemos leyes que cubran nuestros actos desonestos contra los malos, nosotros los buenos tenemos el poder y tenemos a DIOS de nuestro lado, vamos formemos monarquías iglesias religiones que nos perdonen y nos alcahueteen nuestros actos inumanos contra ellos, el mundo nos pertenece y hay que protegerlo asi sea con la destrucción del mismo como prueba de que esto es en serio.
Crearemos cupos de inmortalidad para todo aquel que este dispuesto a luchar contra la maldad, a los que no les daremos un paraíso en el que estarán junto con sabios ejecutivos y políticos, etc a los desertores les mandaremos al otro lado donde crearemos un infierno tanto en la tierra como después de su existencia el cupo alla es ilimitado pues los malditos indigentes mártires, escritores y revolucionarios siempre quieren resaltar de entre el monton.
Por ultimo nos separaremos unos con otros con el fin de demostrar nuestra gran bondad seremos caritativos con los pobres donaremos miserias a los tristes venderemos drogas baratas alos indigentes y moriremos tan solos como los malos, pero con una pequeña diferencia que nunca sabremos el verdadero sabor del bien sin haber probado el amargo pero exquisito sabor del mal.